Hiperplasia Benigna de Próstata

por | Feb 13, 2023 | Farmacéutica

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Hiperplasia benigna de próstata

“En las enfermedades prostáticas se debe considerar la historia familiar y hacer exámenes de sangre y físicos que permiten saber si el paciente está en riesgo de cáncer de próstata”

Vanessa CortesLa próstata forma parte del órgano reproductor masculino que con frecuencia se ve afectada cuando el hombre está por encima de los cincuenta años. De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC, 2014) entre las enfermedades prostáticas que afectan a los hombres está la Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP) con un 7,59 %, provocando problemas en la calidad de vida. Para conocer sobre esta enfermedad, Edifarm conversó con la doctora Vanessa Cortés, especialista en urología quien compartió su conocimiento respondiendo varias peguntas.

¿Qué es la próstata y cuál es su función?

La próstata es un órgano que juega un papel importante a lo largo de la vida reproductiva y en el desarrollo del adulto masculino. En los testículos se producen los espermatozoides, pero, es la próstata la que enriquece el fluido seminal y ayuda a que se puedan movilizar de forma óptima. Sin embargo, con el tiempo la próstata es susceptible a los cambios hormonales por el envejecimiento, y empieza a crecer en un porcentaje considerable en los adultos y en una proporción menor se llega a desarrollar cáncer.

¿Qué enfermedades afectan a la próstata?

La próstata se ve afectada por tres aspectos: la inflamación, que puede darse por la presencia o no de bacterias; la hiperplasia prostática o crecimiento benigno de la próstata, el problema en este padecimiento es que, por el centro de la próstata pasa el tracto de salida de la orina, con su crecimiento, este conducto se obstruye y es cuando genera problemas; otra afectación es el cáncer de próstata.

¿A qué edad tienen mayor incidencia las enfermedades prostáticas?

A nivel mundial, se conoce que por encima de los 50 años, el 30 % de los pacientes manifiestan síntomas urinarios, y a partir de los 80 años, el 80 % tienen síntomas urinarios, estos datos se deben a que hoy seHiperplasia benigna de próstata conoce que la sintomatología no solo se produce por el crecimiento prostático, también el envejecimiento tiene un rol muy importante, que junto a los cambios cardiovasculares y el influjo de las enfermedades crónicas y neurológicas degenerativas, generan una alteración en la producción de orina y la función vesical.

Lo importante es que el médico realice un diagnóstico diferenciador; es decir, si un paciente tiene alguna queja urinaria, está en una edad de riesgo y no presenta síntomas, debe ser valorado minuciosamente para determinar si tiene cáncer de próstata sin síntomas; o quizás, hiperplasia o prostatitis con molestias leves o severas.

¿Qué sintomatología se presenta?

Los síntomas varían de acuerdo a la enfermedad; en general, el paciente acude al médico cuando ya tiene molestias para orinar por la obstrucción del tracto de salida; presenta un aumento en la frecuencia urinaria, lo que involucra mayor número de veces que va al baño en el día y la noche (nocturia); y se demora en iniciar la orina con debilidad del chorro urinario.

Una de las afectaciones masculinas más frecuentes es la hiperplasia benigna de próstata ¿Qué es y cuáles son los factores de riesgo?

La hiperplasia es el crecimiento benigno de la próstata, no asociado a cáncer, pero muy incómodo porque genera dificultades para orinar. Existen varios factores de riesgo que inciden, el principal es la edad; también, algún tipo de susceptibilidad genética; factores ambientales, hormonales y la historia familiar. En la actualidad, se conoce de una serie de publicaciones que hablan de la relación entre el crecimiento de la próstata y las enfermedades cardiovasculares, de síndrome metabólico como la hipertensión, la diabetes, la dislipidemia, la obesidad (sobre todo la central que es la del abdomen) y el sedentarismo, que tienen una relación muy importante en el crecimiento prostático.

¿Cuál es el proceso de diagnóstico de la hiperplasia benigna de próstata?

Es indispensable realizar una historia clínica detallada, entender los síntomas que presenta el paciente e identificar cuáles predominan, sobre todo si se trata de molestias para sacar el chorro de orina; hay que hacer un examen físico para revisar muy bien ciertos aspectos relevantes del abdomen, del sistema nervioso y preguntar al paciente por otras enfermedades que puedan estar relacionadas; es necesario hacer un tacto rectal para entender cómo está la consistencia y el tamaño de la próstata. Además, solicitar exámenes de laboratorio de orina para determinar un antígeno prostático específico; y, aunque no está muy recomendado en las guías internacionales, la ecografía de vías urinarias es una herramienta muy útil y económica.

¿Cuáles son las alternativas para tratar la hiperplasia prostática?

En la actualidad, existen opciones tanto quirúrgicas como no quirúrgicas; desde el punto de vista no quirúrgico, la primera alternativa de tratamiento y si los síntomas no son tan incómodos, es observar al paciente y brindar opciones para un cambio en el estilo de vida, como disminuir el consumo de café, de líquidos en la tarde para que no se levante tanto en la noche a orinar y aplicar técnicas para una micción más eficiente. Por otro lado, si los síntomas se vuelven incómodos se utilizan alternativas farmacológicas, como la utilización de los alfa bloqueadores clásicos que relajan el músculo liso uretral (conducto urinario) y el musculo liso del estroma prostático, para ayudar a la salida del chorro urinario.

También, se cuenta con los inhibidores de la 5 alfa reductasa, que disminuyen los niveles de dihidrotestosterona en sangre; por lo tanto, el influjo hormonal hacia la próstata disminuye reduciendo el volumen prostático; es decir, el 5 alfa reductasa genera apoptosis de las células glandulares prostáticas, lo que  merma el volumen de la próstata. Lo más reciente que existe es la combinación del inhibidor de la 5 alfa reductasa con el alfa bloqueador para relajar el musculo liso y reducir el volumen prostático, esto restringe el impacto que tiene la enfermedad en un mediano y largo plazo; así como, las complicaciones que se puedan generar.

Desde el punto de vista quirúrgico, el método de elección es la resección transuretral de próstata clásica; con la cual, se tiene mucha experiencia en América Latina, pero en la actualidad, existen técnicas nuevas, menos invasivas o con menos riesgo, particularmente la ablación con láser.

¿Qué complicaciones suele tener una persona con esta enfermedad?

A corto plazo, lo principal es la alteración en la calidad de vida, hay que entender que nuestra población cada vez envejece más y estamos llegando a la vejez siendo muy funcionales; es decir, un paciente de 60 años no es un anciano, es una persona activa que puede ser un alto ejecutivo, conductor de transporte público o un profesor; en cualquiera de estas actividades, es muy molesto salir a orinar a cada rato o tener un episodio de incontinencia urinaria o afectación en el sueño, porque se levanta en la noche a orinar; así, el impacto sobre la vida diaria del paciente es determinante.

A mediano y largo plazo, si no se usan medicamentos o un tratamiento quirúrgico que reduzca el volumen prostático, la enfermedad tiende a progresar, no en todos los pacientes, pero si en un porcentaje importante y genera más complicaciones como la hematuria (sangrado en la orina); la retención urinaria aguda que llega a un punto donde la obstrucción es muy fuerte a la salida de la orina y el paciente debe ser llevado a colocación de sonda.

Además, tienen constantemente infecciones urinarias y lo más importante que se debe tener en cuenta en esto, es el daño vesical, porque si la vejiga tiene que esforzarse crónicamente por sacar la orina, llega un punto en que la vejiga se engrosa para compensa y tratar de ser más fuerte, pero, pasa a una fase de descompensación, en la cual se debilita, y recuperar esa función vesical es muy difícil, aún haciendo cirugía de próstata.

 

“No existen medicamentos para mejorar el funcionamiento o la fuerza del músculo detrusor, esa es la complicación más delicada que se debe contemplar cuando se hace un tratamiento en pacientes con esta enfermedad”

 

¿Qué precauciones se pueden tomar para cuidar la próstata?

Es importante iniciar los chequeos a una edad adecuada, si el paciente no tiene factores de riesgo de cáncer de próstata en su familia puede empezar a los 50 años; por el contrario, si existen antecedentes de la enfermedad en familiares de primer grado (padre o hermano) debe empezar los chequeos médicos a los 40 años. Realizar ejercicio es indispensable, no solo para la prevención de esta enfermedad, sino de otras como los padecimientos cardiovasculares. Tener una alimentación adecuada es ideal, con el aporte de antioxidantes al consumir frutas o verduras y reducir el consumo de carnes rojas. Los chequeos periódicos permiten determinar si la próstata está bien, si no existe algún aumento del antígeno prostático específico o alteraciones de la vía urinaria.

¿Qué tipo de técnicas ayudan en la micción a un paciente con hiperplasia?

Durante la observación a los pacientes con síntomas urinarios se hace una serie de recomendaciones sobre hábitos de vida y técnicas miccionales, que ayudan a reducir la necesidad de orinar o el reflejo miccional; por ejemplo, ayuda el ordeñar la uretra o exprimirla para que no quede líquido en el trayecto y salga completamente. Deben disminuir la ingesta de líquidos en horas de la tarde, para reducir la producción de orina en la noche. Bajar el consumo de café y bebidas oscuras que aumentan la contractilidad vesical y generan más deseo miccional. No se debe posponer la micción, es necesario tratar de ir con cierto horario para evitar que se llene demasiado la vejiga; este tipo de técnicas ayudan a mejorar la forma en que el paciente orina y disminuir un poco las molestias.

¿Algo en particular que decir?

Los médicos generales tienen demasiados frentes que atender, su consulta es muy compleja porque manejan conceptos de varias enfermedades que aquejan de forma importante a la salud pública, como los padecimientos cardiovasculares, el llevar pacientes embarazadas, pediátricos y a las personas con síntomas del tracto urinario, que son prevalentes en el adulto mayor por el envejecimiento actual de la población. Por ello, en su consulta tienen la oportunidad de diagnosticar y estudiar bien al paciente, identificando factores de riesgo no solo cardiovasculares, sino de progresión de la enfermedad del crecimiento prostático, y remitir al especialista para que con un tratamiento adecuado se frene el deterioro, nos solo con las complicaciones asociadas a la enfermedad, sino de la vejiga.

 

 

 

 

por | Feb 13, 2023 | Farmacéutica

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